25 de octubre de 2008

Al borde de una taza de té

Al borde de mi taza de té me abordan innumerables pensamientos.
Abundan los recurrentes de color turbio. Los que se aferran a la garganta y se obstinan en ahogar la voz. Acompañantes indeseados.
Los aparto de mi mente con la misma mano que retiro el mechón de pelo que se desliza caprichoso sobre mis ojos.
Así doy paso a los que se presentan como ideas brillantes y felices. Los que liberan manos y corazón. Las buenas compañías.
Por favor, otra taza de té.

1 comentario:

Lía dijo...

Yo también quisiera una tazita de ese té ;)
Me gusta mucho la jarra, es una preciosidad.