ella estrechó la Mano de Él, levemente. la encontró tan sincera y tibia
como la Sonrisa que acompañaba
el gesto amable de Su Brazo
Negro
Bello
Infinito...
las preguntas se quedaron apelmazadas
en el hemisferio izquierdo femenino,
debajo de la horquilla plateada,
amordazadas por el pudor...
compró una de las pulseras
de Su mercado ambulante.
los Secretos de Babukar
trenzados en la pulsera,
sujetos en la muñeca izquierda,
para siempre en ella.